Tuesday, March 13, 2012

Valparaíso 101

Estoy enferma...o mejor dicho, encaminada hacia la enfermedad. Es tan desagradable esa sensación cuando sabes que vas a caer pero aun das la pelea con la (ilusa) esperanza que saldras ganando.
IT SUCKS !!!!

Pero bueno, para abstraerme, hoy escribire sobre una de mis ciudades favoritas, Valparaíso.
Hay cientos, sino miles de libros sobre ella por lo que ni siquiera intentare irme al detalle.
En dos palabras,la ciudad-puerto de Valparaíso fue en su época el puerto más imporante del Pacífico, perdiendo dicho puesto trás la apertura del Canal de Panamá. Pero fácil es imaginarse como pudo haber sido su época de auge dado que cada calle, casa y plaza exude un cierto aire a glorias pasadas.
Sin embargo, no es una ciudad universalmente amada y no son pocos los que la odian, tildándola de sucia, peligrosa y decadente. Adjetivos injustos para un lugar que se merece mucho más de lo que se la dado. No he seguido de cerca la política porteña pero no hay duda que está en mano de unos incompetentes de primera clase y que si aun logra surgir, es por la inciativa privada y nada más.
Duras palabras quizás pero basta ver el estado de los edificios considerados patrimonio de la humanidad y más recientemente, el cierre de los historicos ascensores. Lamentable.

Quedan muy pocos ascensores funcionando
En lo que va del año, ya he ido dos veces...una con mi familia en donde visitamos por primera vez la casa museo de Neruda y otra con Esteban.
Visitar la Sebastiana siempre había sido un sueño frustrado. Recuerdo al menos 3 veces en que traté de llegar sin nunca lograrlo...en una ocasión de hecho, al pedir instrucciones a una anciana, me gritó de que porque iba a ir a ver la casa de un comunista de (censurado) y otras cosas menos nice que ya no recuerdo.
Comunista o no, Neruda fue un gran poeta y últimamente me ha dado por leerlo un poco más.
Pero volviendo a la casa...todos deberían de visitarla. Más angosta que la de Isla Negra, igual adolece de todos los encantos propios de las casas de Neruda. ¡ Y cuantas anécdotas! El caballero sabía vivir y se nota.
La Sebastiana
He fantaseado más de una vez en tener casas similares, jejeje...soñar no cuesta nada.

Y bueno, no podía dejar de hablar de mi conexión personal con la Joya del Pacifíco...The Geiger Connection. Augusto Geiger, inmigrante de origen Suizo, fue uno de los grandes arquitectos porteños y de paso, mi bisabuelo. Su portafolio incluye a edificios como el Reloj Turri, el Mercurio, y los tribunales de justicia, entre otros...la mayoría en el casco histórico declarado patrimonio de la humanidad.
Gato mirando a Matta
Si bien hay unos maravillosos libros que han destacado su obra, siempre he querido acercarme a la embajada suiza o ganarme un fondart para explorar exclusivamente la historia del primer Geiger que llego a Chile. ¿Habrá más de su obra en algún lugar del mundo? No tengo idea...de hecho, casi nadie sabe nada de este caballero. Misterios.

Creo que Valparaíso da para mucho más de lo que ya he escrito, especialmente considerando que no ha hablado casi nada de sus cerros más emblemáticos ni de sus plazas o su legado multicultural.
Y es que esta nota pretende ser más que nada una introducción a una ciudad que seguramente aparecerá de nuevo en este blog ya que nunca está lejos de mis pensamientos.


El Mercurio, Valpo (la foto no es mía)






Wednesday, February 29, 2012

Altos del Lircay

Todo empezó producto de una divagación, de esas que surgen a veces de la nada cuando se esta en confianza y se ha hablado todo. “Quiero una apocalipsis zombie, que aparezca Godzilla o no sé, ver OVNIS”, recuerdo haber dicho en un determinado momento blasé…aburrida de una vida poco exciting donde hace tiempo ya no pasaba nada.
“En Vilches, cerca de Talca están promocionando harto ka Ruta Ufológica, podrías ir ahí”, me respondieron.
Unas semanas y dos buses más tarde, llegaba a la entrada de la Reserva Nacional Altos del Lircay, ubicada en Vilches Alto, a dos horas de Talca. Si bien entre los dos tramos acumulamos cinco horas en total, estaba entusiasmada con la idea de iniciar lo que sería mi primer camping de verdad en…siempre (no considero el del desierto del Año Nuevo en Egipto dado a que nos dieron y armaron todo).
Mi yo actual, al escribir esto, se ríe un poco.
Are we there yet?
 Digamos que mi primera impresión fue penca. Para llegar a la administración  tuvimos que subir una hora por una camino polvoriento, a pleno sol y sin sombra visible, que logro desanimarme a los primeros quince minutos. Yup, así de poco me duro el entusiasmo, haciéndole honor a mi falta de experiencia outdoors y mi plasmada sedentariedad. Mi falta de estado físico me rogaba volver a mi calida cama en Santiago, alejada de todo esfuerzo.
Y sin embargo, seguí, llegando finalmente a la administración de la CONAF, punto de partida para lo que sería mis tres días en Vilches.
Me gustaría comentar un minuto lo amable que son los guardaparques y los dispuestos que están en ayudar y orientar. Realmente un siete, a pesar de que su concepto de espacio-tiempo disto muchísimo del mío (son dos horas para llegar a x punto, que en realidad eran más como 4 horas).
De ahí, mi impresión del lugar empezó a cambiar drásticamente. El polvo desapareció para dar lugar a altos bosques de un verde intenso y abundante…  tengo que admitir que desde ahí y durante toda mi estadía, no pare de creerme en El Señor de los Anillos.
Los bosques en su gran mayoría son de robles
Mas felizmente recorría los senderos, tomando fotos e imaginándome hobbit, mi pobre pololo sufría a mis lados cada subida y bajada. Por alguna razón que hasta el día de hoy no logro entender, decidió que él cargaría con todo lo pertinente al camping. ¿Acto de extrema caballerosidad o insensatez máxima? Me quedo con insensatez máxima con un dejo de caballerosidad. Treinta kilos en la espalda en un camino empinado le arruina la vista (y los hombros) a cualquiera.
Inicialmente el plan era llegar al camping I para comer algo y de ahí seguir al camping II. Esta demás decir que colapsamos en el I.


El resto de la tarde fue dedicado a buscar agua al río (en verdad no hay nada mejor que las frescas aguas proveniente de la Cordillera), armar la carpa e instalarnos.
Llegada la noche, me encontré con que el cielo se había nublado, opacando la promesa de espectaculares constelaciones y la posibilidad de ver OVNIS. De hecho, les adelanto que las dos noches que estuve ahí, no vi ni una estrella, aunque me dicen que por esos lados son LO espectacular.
Nuestro asentamiento
Lección I: comprar buen saco de dormir para evitar el gélido frío nocturno. Mis pies especialmente lo agradecerán. Oh, y grabar los extraños sonidos que se escuchan en la noche ya que son imposibles de describir (lo más cercano que se me ocurre es que sonaba a dialogo entre un platillo volador y un chimpancé…Esteban me dijo que era un pájaro pero me cuesta imaginar que tipo de pájaro podría emitir ruidos así).
 Ah, pero amanecer en el medio de un bosque…¡Imbatible! Sólo por esa sensación de paz y tranquilidad, volvería a acampar mil veces. El aire, la vista, la falta de bocinazos de conductores estresados... wow,wow,wow.

El segundo día estaba planificado como día de trekking y Dios mío que caminamos…más de 8 horas (la mayoría en subidas empinadas) casi sin parar, por senderos que claramente eran para personas más experimentadas.
¿Cómo sobrevivimos? Nuevamente, la vista. Y es que cada paso que hacíamos revelaba maravillosos paisajes que nos dejaban en constante contemplación.
Subiendo el cerro

Bosques, valles, cerros…lugares cuya magnificencia apenas pudo ser captada por mi cámara. 
Fue ahí que realmente entendí porque hay gente que opta por quedarse y recorrer Chile…los paisajes que ofrece este país no tienen nada que envidiarle a nada ni nadie.
Lección II: Si vas a un lugar llamado Laguna del ALTO que esta en ALTOS del Lircay, que a su vez esta en la Cordillera…no deberías de sorprenderte que todo el camino sea en subida y que el viento empiece a soplar implacablemente a medida que coges altura. Por alguna razón, mi cerebro no computo esos factores.
Luego de cuatros horas escalando, llegamos a la famosa laguna del Alto, ubicada en le medio de una impresionante formación rocosa.
Dicen que una imagen vale mil palabras así que mejor les dejo una foto…y créanme, no le hace justicia.
Laguna del Alto
Lamentablemente a estas alturas mis rodillas habían empezado a ceder y no llegue hasta la laguna misma. Sin embargo, no me arrepiento ya que muchas ganas de bañarme en ella no tenía. Pero sí descansamos un rato mientras que yo insistía en que Peter Jackson podría haber perfectamente filmado la Trilogía por estos lados.
De ahí, emprendimos al famoso Enladrillado, conocido por albergar el mito de ser una plataforma de aterrizaje extraterrestre. Para mi, tanto el camino para llegar ahí como el lugar en si serán recordados como una de las caminatas más lindas que me ha tocado realizar en mi vida, a pesar del intenso dolor que arremetía contra mis abusadas rodillas.
Lección III: HACER EJERCICIO

Datos extraños del Enladrillado: algunas piedras son huecas e emiten un sonido metálico. A su vez, en ciertos lugares las brújulas se vuelven locas.  Muy freak y lo más cercano a OVNIS que estuve en el viaje.
Enladrillado con vista al Descabezado
Pero de lejos lejos lejos, lo más destacable fue la vista. Majestuoso se alzaba el volcán Descabezado desde las entrañas de una imponente y nevada cordillera. Era como estar en un documental del National Geographic.
Yo simplemente me senté y admire, más no quería hacer. De hecho, creo que me hubiese quedado ahí toda la noche si no fuese por el insistente viento y la falta de albergue.
Lección IV: No todo lo que dice ser sendero lo es.
El descenso fue lo más duro de todo el viaje, tanto por el esfuerzo físico (realmente mis rodillas ya no daban más) como por el difícil sendero y el clima que iba en desmejora. Pero se logro, más que nada gracias a la templanza de mi chico que en ese momento desplegó toda su experiencia scout y una tranquilidad envidiable.
El olor a bosque recién llovido es genial
Lección V: La gente en los camping es infinitamente amable y solidaria.
Ya abajo, nos ofrecieron de todo, desde comida hasta albergue. Realmente el ambiente que se crea es maravilloso y uno se siente muy acogido.
Y bueno, la noche, como era de esperarse, fue llovida. Aunque más que lluvia, lo llamaría diluvio. Extrañamente y a pesar del frío, me gusto eso de escuchar las gotas caer a mi alrededor. Le dio todo un toque místico a una jornada que ya había superado todas mis expectativas.
El desenlace fue tranquilo…una caminata de madrugada por un bosque anieblado y una cabalgata de regreso hacia nuestro punto de partida.
¿Volvería? Sin duda pero en otoño cuando dicen que los bosques se visten de amarillo, naranjo y rojo…y contrataría caballos. En cuanto al camping, me quedo gustando bastante y espero que no sea mi última vez…eso sí, con saco de dormir pro. En fin, si tienen la posibilidad de visitar, háganlo que no se arrepentirán...y quien sabe, quizás sí vean los OVNIS que no pude avistar.





Monday, February 20, 2012

sabores libaneses

He estado cocinando...
Los que me conocen quizás se sorprendan ya que saben que lo mío nunca ha sido la cocina. Con lo años me he reído mucho de mi ineptitud en el área, que de paso, ha sido muchas veces justificada. He quemado sopas, aun no entiendo como cocer bien un arroz y ni hablar de cosas supuestamente simples como el pollo. Lo mío se limitaba a hacer unas excelentes omelettes y sería.

Pero la secreta verdad dista bastante de esa realidad: no es que no pueda cocinar sino que simplemente me cansa el proceso de tener que comer por deber y especialmente, el tener que lavar una cocina colapsada. La flojera siempre fue mi peor enemiga, incitándome a no seguir las recetas o descuidar lo que hacía.
Pero todo cambia y en los últimos años me ha dado cada vez más por intentar reconciliarme con las ollas y sartenes, generando mejores resultados de los que me esperaba. Curry, sushi, pollos agridulce y unos que otros platos ya han sido logrado con éxito, motivándome a dejar cada vez más de lado mis prejuicios. Eso sí, siempre dentro de un cierto rango de cocina (oriental)…petit à petit.
Concedamos que lo mío no es la cazuela ni la cosa criolla. Cuestión de gusto me imagino. No crecí con esos sabores y no me llaman la atención…salvo por cosas como la famosa humita. ¡Esa sí me gustaría hacer!

Un mezze libanés
Mi gran pasión culinaria siempre ha sido y seguramente será la comida libanesa. La sangre tira fuerte pero también los recuerdos de años de felicidad en mi querido Líbano, comiendo tartines de jambon y mayonnaise gigantes preparadas por mi querida buely Mony. Eso no suena muy libanés, dirán ustedes, pero que maravilloso era el que viniera en un exquisito pan pita recién hecho. Se me hace agua a la boca el sólo recordarlo. 
Amo la comida libanesa…el kibbeh al horno, el coussa mehchi (mi plato favorito hasta el día de hoy), las famosas hojitas de parra, las man’houshe, el lahme ba ajin y tantos otros platos que llenaron mi infancia con los más felices kilos que jamás he tenido.
Pero de lo bueno poco, y cruelmente fui alejada de las costas mediterráneas hacia países donde el zaatar es una palabra desconocida y donde la comida ya no era la feliz celebración de un pueblo maravilloso.
Fue por lo mismo que decidí que era tiempo de aprender a cocinar mis queridos platos libaneses. O quizás porque ya estaba cansada de pagar excesivamente por comida “árabe” sin gusto a nada.
Mi primer intento de lahme bi ajin 
Sea como sea, me embarque en este aventura culinaria que en estos días me tiene totalmente atrapada. El momento es ideal ya que a falta de trabajo, tengo horas de sobra para cocinar platos cuya preparación es…bueno, eterna.

¿Pero...por donde empezar? Mi amada madre, por muy libanesa que es, nunca fue muy devota de la cocina y no tiene problema en reconocerlo; por lo que eso de los “secretos de familia” fue rápidamente descartado. ¿El libro de Chef Ramzi? La verdad es que sentí que le faltaba ese “toque” especial a sus recetas y que omitía algunos ingredientes claves.
Y bueno…internet.
Hoy en día, es la gran opción y tengo que admitir que me ha servido harto como apoyo (personalmente, prefiero los sitios franceses ya que suelen ser más autenticos).

Pero al final termine por preguntarle a mis tías más “gourmet” por ayuda, inspirándome en sus recetas y en mis recuerdos para obtener el resultado deseado.
Iré entonces documentando mis logros (y en menor medida espero, mis fallas) mientras me reencuentro con los sabores de mi Líbano adorado. Ojalá todo salga bien.

Sahtein !!

Wednesday, February 15, 2012

Los cerros de Santa Julia


Una de las cosas buenas de tener un pololo proactivo es que siempre anda pensando en cosas entretenidas para hacer y si no se le ocurre, no duda en preguntar a los lugareños cual es la movida.
Por ejemplo, a mi no se me hubiese ocurrido nunca preguntarle al jardinero del edificio que lugares buenos hay en los alrededores de Reñaca para fotografiar...de hecho, nunca lo había hecho. Resultado: inactividad pura.
Fue así entonces que llegamos al fundo Santa Julia, o a lo que asumo era el fundo Santa Julia ya que no había indicaciones por ninguna parte. Simplemente un portón cerrado pero con una entrada claramente destinada al peatón aventurero.
¿Qué resultó ser el fundo Santa Julia? Bosques y cerros perdidos entre una ciudad en constante vía de desarrollo.
No os diré que me emocione. O quizás sí, pero no por las razones que se esperarían.

Al entrar al fundo, uno se encuentra con un camino de tierra bastante amplio y aplanado que se divide en dos luego de unos minutos . Por un lado, una rudimentaria cancha de futbol y del otro...no sé porque no tomamos ese camino.
Se nota que el lugar ha sido usado para carretes, la basura abunda y uno que otro banderín de VTR da cuenta de un descuidado auspiciador. Lamentable imagen que nos saltamos rápidamente al escalar unas piedras y meternos en el bosque de eucalipto.
Necesito decirlo, amo el olor al eucalipto, es algo que me fascina. De chica siempre pensé que sólo se podían encontrar en Australia con los koalas. ¿Ahora, si tenemos eucaliptos, porque no tendremos koalas? ¿Estarán patentados?
Anyway, el maravilloso olor compenso por los colores o falta de colores del lugar; algo que fue la tónica de toda la subida. 
Unos días atrás las noticias informaban que Chile estaba pasando por un mal momento de sequía y que sólo se iba a poner peor. No hay nada peor que la falta de agua, es desolador.
Cerros áridos, árboles muertos y diversas plantas en la misma condición. A cada rato se escuchaban las sirenas de bomberos en la lejanía, entendible al contemplar un paisaje que no necesitaba nada más que una pequeña llama para estallar.
Sin embargo, había algo de cautivante en esta naturaleza muerte. Por algo tantos pintores se habían empeñado en retratarla durante siglos. La fragilidad con lo que lo vivo decae y desaparece choca, y obliga a cuestionarse el porque nada se ha hecho. Muchas veces he pensado que Chile no aprecia su flora y fauna, basta ver lo que paso en Torres del Paine y en el Parque la Campana. Falta de agua, de guardias, de todo para preservar estos pulmones que están agonizando.
A medida que subíamos, algo de verde iba apareciendo y desde arriba, los valles se abrían frente a nosotros. Seco y todo, la vista era recogedora y el silencio bienvenido.
A tan pocos kilómetros de una costa saturada por millones de turistas, nos encontrábamos absolutamente solos.
Sentí y siento aun una nostalgia por esos momentos en que uno se aleja de lo urbano. Quizás suene cursi eso de “reencontrarse con la naturaleza”, pero sin embargo, eso es exactamente. Por muy domesticados que seamos, estoy segura que en nuestra sangre sigue corriendo ese deseo de buscar esos espacios donde uno sienta alguna conexión con la tierra.
Y al menos en este caso, no tuvo que irme a miles de kilómetros para encontrarla.



Sunday, January 29, 2012

Retomando el keyboard

Cada cierto tiempo me urge el volver a escribir y pienso...¿Debería empezar un nuevo blog? Y de hacerlo, ¿cúal sería el tema?
Cuando abrí esta maleta, mi idea era comunicarle al mundo mis peripecias en Egipto para evitar tener que mandar largos mails informando sobre mis aventuras. Las circunstancias hicieron que esto se convirtiera, sin duda, en mucho más.
Quizás ya no este viviendo revoluciones pero mi vida sigue y creo que es tiempo de darle un nuevo giro a este blog y no dejarlo abandonado en el olvido.

Veremos como se van dando las cosas